Estamos a unos cuantos días para poder disfrutar de las mejores selecciones en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019, es por eso que les vamos a contar un poco de la historia de Michelle Arkes pionera del fútbol femenil en E. U. Arkes era centro campista, pero en ese entonces su D.T. Anson Dorrance la convirtió en delantera, a Michelle no le gustó para nada esta posición pero no por eso iba a bajar los brazos, lo que hizo entonces fue ver y estudiar videos de los «nueves» más importantes de ese tiempo como Marco Van Basten, Juergen Klinsmann o Gary Lineker, «intentaba hacer lo mismo que veía hacer a ellos».

Arkes hizo muy bien su trabajo concluyó el campeonato con 10 goles en 6 partidos, la prensa china la apodo «la espada de triple filo».

Estados Unidos y Noruega hicieron historia, fueron las primeras finalistas del mundial China 1991. Ellas ya se habían enfrentado en un amistoso previo al mundial, las norteamericanas perdieron esa vez. Michelle Arkes cuenta a la revista Sports Illustrated «odiabamos a Noruega. Siempre las habíamos odiado». «Sus jugadoras eran buenas, eran duras y marrulleras, te hablaban sin pelos en la lengua. Las odiaba, pero era divertido. Me encantaba odiarlas. Era genial. Personalmente, cuanto más las odiaba, con más intensidad acababa jugando». La ex delantera confirmó su gran momento anotando los dos goles que les dio su primer campeonato mundial femenino y  su primera bota de oro.

«Si la FIFA no hubiera decidido organizar un Mundial experimental y este no hubiese resultado tan emocionante como fue, y con un nivel tan alto y Estados Unidos no hubiese ganado, el interés por el fútbol femenil no se hubiera despertado» asevera Arkes.

Estados Unidos es la selección más ganadora con 3 mundiales, China (1991), Estados Unidos (1999) y Canadá (2015). Es un país que cree incondicionalmente en las mujeres, les da su apoyo en cualquier deporte, en China fue un poco diferente, sus amistosos no fueron buenos. «Todo el mundo piensa que nacimos en la cima de una montaña. Pero no nacimos en esa montaña. Escalamos la montaña, plantamos nuestra bandera en ella y la hemos defendido desde entonces», comenta Anson Dorrance D.T. de Estados Unidos en China 1991