La francesa Stéphanie Frappart pasó a la historia del futbol como la primera mujer en arbitrar una final masculina: la Supercopa de Europa.
“Tenemos que demostrarnos a nosotras mismas que técnica y físicamente estamos al nivel que los hombres. No tenemos miedo de tomar malas decisiones, estamos listas”, dijo la silbante francesa de 35 años en una entrevista un día antes del encuentro.
En el campo del Besiktas Park de Estambul, Frappart tuvo como asistentes a su compatriota Manuela Nicolosi y a la irlandesa Michelle O´Neal. Mientras que había 23 hombres, el cuarto árbitro Cuneyt Cakit y los jugadores del Liverpool y del Chelsea.
En los primeros 45 minutos la francesa negó un posible penal para el Liverpool, campeón de la Champions League. También anuló dos tantos al Chelsea, ganadores de la Liga Europea.
Cuando el encuentro estaba a favor del Liverpool, la silbante de 35 años acertó en pitar un penal a favor del Chelsea. Las escuadras se fueron a tiempo extra, pero definieron el partido en penales. Ganaron los dirigidos por Jürgen Klopp.
Desde su inauguración en 1973, la Super Copa de Europa nunca había tenido como primera silbante a una mujer. Aunque Frappart es árbitra profesional desde 2010, la primera en dirigir un partido de la Ligue 1 masculina; entre Amiens y Estrasburgo. En futbol femenil, pitó la última final del mundo entre Holanda y Estados Unidos.
En toda su carrera, la francesa lleva en su conteo 362 amonestaciones amarillas, 22 expulsiones, 11 de ellas por tarjeta roja; y 26 penales marcados.
“(Frappart) ha demostrado a lo largo de los años que es una de las mejores árbitras de Europa y de todo el mundo”, dijo Roberto Rosetti, jefe de arbitraje de la Unión Europea de Futbol (UEFA, por sus siglas en inglés).