México es un país futbolero, no sé si por naturaleza o por construcción, pero así es. Desde que este deporte llegó al país, allá en los inicios del siglo XX, comenzó a echar raíces que hoy se antojan imposibles de arrancar. Por su facilidad en la práctica (una botella de plástico, dos objetos para una portería, personas que quieran divertirse), el balompié ha sabido posicionarse como la disciplina más amada en México, por esa razón, era extraño que en estas circunstancias, la Femexfut tardara tanto en darle a sus adeptos una liga profesional para mujeres, en una nación donde la mayoría de la población son del sexo femenino, pero además, como ya mencioné, casi la totalidad está loca por el futbol, los ingredientes eran los necesarios para esperar un éxito rotundo en cuanto esto arrancara y así se está demostrando con la Liga MX Femenil, que a casi un año de su arranque ha destacado a nivel mundial e incluso ya estableció el récord de asistencia en futbol femenil con la final de ida entre Tigres y Rayadas, noticia que se difundió este fin de semana y que la misma FIFA avaló.
El discurso de que a nadie le importa el balompié de mujeres porque es aburrido va cayendo en desgaste poco a poco, gracias a la labor de las mismas jugadoras, medios de comunicación y líderes de opinión que se han encargado de colocarlo en su lugar correcto: un espectáculo digno de disfrutarse, por el cual se debe pagar un boleto de entrada; sin embargo, todavía queda mucho por hacer ya que los grandes medios de comunicación apenas están adentrándose a este mundo, conociendo a las futbolistas, entendiendo que esta euforia no nació hace un año, sino hace décadas.
Las 38 mil 230 personas que acudieron al Estadio Universitario, que recibieron con cánticos a Tigres, que aplaudieron a Rayadas, más las miles que siguieron el partido por Facebook y que interactuaron en Twitter con lo que estaba ocurriendo, son la consecuencia de un éxito que está en ciernes, convirtiéndose en una realidad cada vez más fuerte. Ya en la liguilla pasada la afición dio la nota, primero con las 29 mil personas que acudieron al Estadio Hidalgo para la final entre Pachuca y Chivas, cifra que fue apabullada con las 32 mil 466 que abarrotaron el ahora Estadio Akron para ver al Rebaño coronarse.
¿Hacer del futbol femenil un negocio es posible? Las pruebas demuestran que sí. ¿Qué se necesita? Los medios somos educadores y, por lo tanto, tenemos la enorme labor de enseñar a la gente los caminos que se deben seguir, en este caso, más información sobre el torneo, posicionamiento de las jugadoras, hablar de ellas como se habla de sus homólogos varones, datos, videos, entrevistas. Eso de que «a nadie le interesa» no es más que una mentira que de tanto repetirse algunos llegan a crear que es verdad, pero no, a mucha gente la interesa el futbol femenil y a los que aún no, necesitan un empujón, algo que sólo pueden hacer las cadenas televisivas, los periódicos y los mismos clubes. La mina de oro está ahí, como lo demuestran las fotos e imágenes de estadios llenos, filas por conseguir un boleto o un autógrafo, sólo hace falta que las personas correctas tomen las riendas de este proyecto que pronto podría poner al futbol mexicano femenil en la elite del mundo.