Sahar Khodayari desafió las leyes de su país, Irán. Cubrió su cabeza con un turbante azul, pintó su cara del mismo color y con un abrigo largo cubrió sus curvas. Fingió ser hombre para entrar al estadio de futbol. La descubrieron y la metieron a la cárcel. El fin de semana se inmoló.
Conocida como “la chica azul”, color característico de su equipo, Estheglal; Khodayari luchó contra el veto a las mujeres para ver y/o asistir a ver el deporte más popular del mundo.
La última vez que la iraní gritó un gol fue el 12 de marzo en las gradas del Estadio Azadi, el más grande de la república islámica del Golfo Pérsico y construido para hospedar los Juegos Asiáticos de 1974.
En el encuentro del Grupo C entre el Estheglal y el Al Ain, su escuadra tuvo mayor posesión de balón y más remates. Sin embargo, sólo logró un gol a cargo de Farshid Bagheri al minuto 53. Aunque el marcador final fue de 1-1.
Khodayari no pudo regresar a casa tras el encuentro. La encarcelaron dos días y la liberaron sólo para esperar su condena: seis meses en prisión por apoyar a su equipo en el recinto, ley que rige en el país desde 1979 al ganar la Revolución Islámica.
Como protesta por los derechos de las mujeres, “la chica azul” se paró frente al Tribunal Revolucionario de Teherán y se prendió fuego. No soportó las heridas y a sus 29 años murió en el hospital.
El futbolista Ali Karimi, defensor de las mujeres para que entren al estadio y ex mediocampista del Bayern de Múnich, pidió a la afición boicotear los partidos como forma de protesta por la muerte de Khodayari.
“Somos cobardes”, escribió la escuadra del Estheglal: “Nuestra querida Sahar se quemó hasta la muerte, cuando fue acusada de 6 meses de cárcel por […] Ella nos apoyó a pesar de que la política lo hizo ilegal para ella, pero ¿qué podemos hacer para apoyarla? ABSOLUTAMENTE NADA. Somos cobardes”.
Our dear Sahar burnt herself to death, when she was charged to 6 month in jail for … going to the stadium to support her #Esteghlal.
She supported us despite the politics made it illegal for her, but what we do can do to support her? ABSOLUTELY NOTHING.We are cowards. pic.twitter.com/VTKKa0jvIN
— Esteghlal (@EsteghlalFC_En) September 9, 2019
Hedvig Lindahl, portera sueca, exigió a la FIFA dejar entrar a las mujeres iraníes a los estadios. “Es lo menos que se debe hacer”, escribió la deportista y compartió una petición en su cuenta de Twitter.
A petition to @FIFAcom: Let Iranian Women In. That's the least that should be done. #SaharKhodayari https://t.co/p5q37DmETV via @Change
— Hedvig Lindahl (@hedvig_lindahl) September 10, 2019
“Acabo de ver una imagen horrible de Siria […] Me rompe el corazón. ¿Alguien tiene alguna idea sobre lo que, desde mi plataforma, puedo hacer para ayudar realmente? ¿Cómo puedo afectar al mundo del fútbol femenino para que tome una posición? #SaveTheChildren”, publicó la arquera en su cuenta de Twitter tras la difusión de la fotografía de “la chica azul” quemada. Petición.
La FIFA lamentó la muerte de la joven iraní: “Reiteramos nuestros llamamientos a las autoridades iraníes para que garanticen la libertad y la seguridad de todas las mujeres que participan en una lucha legítima para poner fin a la prohibición de los estadios”.
Ante la veda en Irán, es común que las mujeres se pongan pelucas, barba o gorras para ver a su equipo a pesar del riesgo que corren al ser detenidas por la policía. A algunas no les importa, como a “la chica azul”. En 2019 Sahar Khodayari murió por el derecho de las mujeres de asistir a un partido de futbol.